La llegada de los fríos aires invernales vuelve totalmente necesario el uso de calefactores para climatizar nuestra casa a la temperatura de confort corporal. Sin embargo, como sabemos, el uso de los calefactores representa un consumo extra de gas y, por consiguiente, un aumento inexorable de la factura de gas. No obstante, regularmente el uso que damos de los calefactores es desmedido e ineficiente, por lo tanto, es menester tomar algunas medidas ahorrativas necesarias no sólo para reducir el costo de la factura de gas, sino también para calentar eficientemente nuestro hogar.
- Purga los radiadores: cuando encendemos nuestros radiadores luego de un largo tiempo de inactividad y escuchamos un sonido tipo gorgoteo o notamos que la parte superior está mucho más fría que la inferior, esto es claro síntoma de acumulación de aire en su interior. Este problema causa un calentamiento no homogéneo, ineficiente y gasto energético excesivo. Para retirar el aire acumulado lo que debes hacer es realizar un purgado del radiador que consiste en dejar salir toda el agua contenida hasta que salga con un flujo no turbulento y suave.
- Aísla tu hogar: la mejor inversión que puedes realizar para mejorar la eficiencia del calefactor es comprar ventanas de doble cristal y cierre hermético para que el calor interno no se fugue y la casa se mantenga cálida por más tiempo, haciendo innecesario el uso del calefactor en todo momento.
- Cierra las llaves de los radiadores: los radiadores dispuestos en habitaciones vacías no deberían estar consumiendo recursos, ni mucho menos estar encendidos, así que apágalos y cierra la llave del radiador.
- Emplea termostatos y regula la temperatura a 20° C: a veces no es necesario tanto calor, pues, según los profesionales, por cada grado superior a los 20°C que no usemos estaremos ahorrando entre 8% y 5% en energía.
- Usa la energía solar: abrir todas las persianas de tus ventanas es una buena idea para aprovechar el calor provisto por el sol. Es una opción gratis para mejor la calefacción de tu hogar.
- La ventilación es necesaria: una ventilación de 10 minutos es más que suficiente para renovar el aire de tu hogar en función de tu salud.